Uso de bevacizumab en pacientes con cáncer de ovario

Reseña de la obra

La angiogénesis, o desarrollo de nuevos vasos sanguíneos, juega un papel esencial en la proliferación del cáncer, considerándose un factor pronóstico de la enfermedad. Su importancia en el desarrollo tumoral ha llevado a la creación de múltiples fármacos con actividad antiangiogénica, algunos de los cuales han demostrado su eficacia en el tratamiento oncológico tanto en monoterapia, como en combinación con esquemas de quimioterapia.

Son múltiples los procesos que regulan la angiogénesis, sin embargo, se considera que el factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF) tiene un papel clave en la angiogénesis tumoral, actuando como diana importante en el tratamiento neoplásico. Actualmente disponemos de terapias con capacidad de bloquear tanto VEGF como su receptor (VEGFR), impidiendo que se formen vasos sanguíneos nuevos y así detener el crecimiento y diseminación de los tumores.

El carcinoma de ovario es un tumor altamente vascularizado existiendo multitud de estudios básicos y clínicos que sugieren que la angiogénesis es un mecanismo clave en su desarrollo 3. En los últimos años se ha producido un avance en el tratamiento médico de este tipo de cáncer a expensas del desarrollo de la terapia antiangiogénica.

Bevacizumab (Avastin®) es un anticuerpo monoclonal anti-VEGF y un agente antiangiogénico aprobado para su uso clínico en el tratamiento del cáncer de ovario. Autorizado por la Agencia Europea del Medicamento en 2011, se ha demostrado que su uso aumenta el intervalo libre de progresión en pacientes con diagnóstico reciente de cáncer de ovario avanzado.